La práctica de la meditación sentada ayuda a estar menos distraído, más presente. Ayuda a cultivar la conciencia que nos permite reconocer cuándo estamos presentes y cuándo no lo estamos. A veces esto se denomina “domar la mente”. Entre otros muchos autores, Karen Kissel Wegela explica la técnica y los detalles en el capítulo 3 de su libro How to Be a Help instead of a Nuisance (retitulado What Really Helps en 2011), traducido al español (pdf): La meditación sentada.